Aprendemos valenciano en Calles.


     


…el deseo de aprender.



La localidad de Calles, pertenece como sabemos a esta preciosa comarca de Los Serranos, en el interior de Valencia, y tiene como lengua propia de sus habitantes el castellano, con una fuerte permanencia de rasgos propios de la lengua aragonesa, pues pertenece al grupo de comarcas valencianas que tras la reconquista de Jaume I fueron repobladas por aragoneses. Todo ello, propicio las conocidas comarcas churras, donde la variedad dialectal de la zona es conocida popularmente como churro, al igual que en el resto de comarcas próximas castellano-hablantes como el Alto Palancia, Alto Mijares, Hoya de Buñol o el Rincón de Ademuz. A causa de estas singularidades históricas, la lengua valenciana, pasó a ocupar un lugar al margen y su uso diario es bastante esporádico en estos lugares.






Las familias que pertenecen a la escuela utilizan el castellano como lengua habitual y el valenciano se descubre en el entorno escolar en su mayor medida. Hay muchos estudios respecto al aprendizaje de la lengua, que nos afirman que “cualquier niño/a puede ser bilingüe", y que las personas con esta capacidad, no solo tienen la ventaja de saber hablar en otro idioma, con los beneficios que eso reportará a nivel profesional, sino que también condiciona psicológicamente: "los niños/as capaces de ello, son más creativos, desarrollan el cerebro de manera diferente y tienen una mayor autoestima". Existe la creencia de que ser bilingüe solo se puede conseguir si la persona empieza a hablar simultáneamente dos idiomas, pero Jill Stribling no está de acuerdo: "es un mito que no se pueda ser bilingüe pasada cierta edad", asegura. Aunque lo ideal es comenzar en paralelo, se puede ser bilingüe aprendiendo más adelante.


A lo largo de estos años, diversos estudios, afirman que se puede aprender un idioma y ser bilingüe si se estudia de la manera adecuada. La magia de muchos métodos pasa por conseguir: que los niños/as se diviertan mientras aprenden. Si los niños/as se sienten presionados acabarán bloqueando el aprendizaje y será más difícil que disfruten con él. Es importante que las personas comprendamos que aprender un idioma lleva un tiempo. De hecho, los primeros 6 meses a un año, son lo que se llama "el periodo de silencio", un tiempo necesario durante el cual el niño/a es incapaz de hablar en el idioma que se quiera aprender, pero su cerebro está trabajando. Un día, de repente, comenzarán a construir frases. Por otro lado, no se puede concebir un mundo global sin la posibilidad de comunicarse.

Hay muchas formas para conseguir despertar el deseo de aprender pero también pensamos que no hay una manera única, sino que dependiendo del grupo, necesitaremos  adecuarnos a sus necesidades, intereses y expectativas. En Calles, hemos empezado a trabajar el valenciano de forma oral saliendo a la calle. Utilizamos nuestro pequeño y bonito pueblo como marco de aprendizaje. Simplemente salimos y caminamos con nuestras carpetas y apuntamos todo lo que más nos gusta de lo que vamos haciendo. Intentamos hablar y escribir en valenciano. Trabajamos el vocabulario y la construcción de frasesHoy hemos visitado el río, su parque, hemos subido hasta la ermita y hemos contado una leyenda. Luego hemos ido bajando por pasadizos secretos, por sus callejuelas, hemos visto huertos y frutales a punto de terminar su crecimiento de temporada y sobretodo, nos hemos encontrado con un tesoro de estos pueblos, su gente.



La tía Pepita nos ha enseñado su jardín y nos ha entregado unas semillas de una planta que ella la llama la de los faroles. Allí mismo, hemos decidido plantarlos en la escuela, además nos ha hablado en valenciano. Al lado había un granadero enano, como los tomates cherrys.

Después de conocer a esta encantadora mujer, hemos cogido el camino de regreso, no sin antes pasar por algunas de nuestras casas. 

A partir de ahora, vendrán muchos otros aspectos para profundizar en sus estructuras gramaticales y ortográficas, pero por el momento, intentamos conseguir lo imprescindible, el deseo de aprender.